Yoga y Menopausia

Nuestra vida se va construyendo mediante crisis: al nacer, pasamos de un ámbito protegido que responde de manera inmejorable a todas nuestras necesidades, a un mundo de lucha para la subsistencia; durante la niñez, el cambio es continuo, a veces espectacular, la adolescencia, en la que dejamos el capullo para convertirnos en mariposa, nuestro matrimonio, nuestro primer bebe .Toda crisis implica dejar algo, enfrentar situaciones nuevas, hacer un duelo de lo que ya no es. Ante esta situación en crisis podemos actuar de dos maneras diferentes, nos revelamos contra el destino, nos damos la cabeza contra la pared, nos volvemos agrias e insoportables; o por el contrario, miramos hacia adelante, crecemos, tomamos esta situación como un trampolín para nuevos logros.


Si bien desterramos la idea de considerar la menopausia como la puerta de la vejez, es inteligente analizar los cambios profundos para enfrentarlos con toda nuestra energía, manejarlos para evitar que estos nos destruyan. Algunos cambios, abruptos o progresivos, son inevitables. La disminución de los estrógenos-lenta durante, la pre menopausia drástica durante la post menopausia va desgastando todos los tejidos de nuestro cuerpo. El aspecto externo se resiente pero mas penoso aún, nuestros órganos, vísceras, músculos, huesos, tejido conectivo, van perdiendo elasticidad, turgencia, funcionalidad.

Afortunadamente, hoy tenemos a nuestro alcance una serie de posibilidades de terapias de reemplazo hormonal que (por supuesto en manos de nuestros médicos)nos protegerán contra estos males, o por lo menos manejarlos mejor; así como una serie de terapias naturales. El yoga, nos propone tomar consciencia de nuestro cuerpo, más allá de la edad cronológica, sentirlo y disfrutarlo con sabiduría nos permite apreciar la verdadera vida y cada una de sus etapas es un nuevo compromiso. Vale la pena intentarlo, ya no habrá mas tiempo de lamentos.

PROF. MARTA GIMÉNEZ